De todos es bien conocida la bien ganada fama internacional de España con respecto a los ricos jamones que en ella se producen, y de los que ocupa especial lugar el famoso jamón ibérico de Salamanca, el «pata negra» como se le denomina en algunos casos, aunque este sobrenombre también se aplique a los jamones españoles en general, es un deleite al paladar que ha hecho de Salamanca el lugar más reconocido como productor de los mismos. Y aunque hay que decirlo, este jamón ibérico se produce en otros entornos de España, Salamanca debido a la crianza y a que ahí es el hábitat ideal de los cerdos que permiten el disfrute de este delicioso jamón.
El cerdo ibérico del que se aprovecha en su totalidad para elaborar el jamón de Salamanca, es originario de la Península Ibérica y suelen habitar en muchas ciudades como Ciudad Real o Huelva, pero es en Salamanca en donde pastan en los montes con alcornoques y encinas y de ello deriva la excelencia en el sabor de los jamones salmantinos. También influye en el rico sabor de sus carnes, el que habite en total libertad y con cuidados que lo hacen vivir en comodidad y claro a que siendo bien alimentado su carne se traduce en una deliciosa grasa que es además saludable con sus vetas blancas y su textura suave y jugosa.
Se sabe que la carne del jamón de Salamanca tiene bajo nivel de colesterol y alto nivel de grasa monoinsaturada y también es una gran fuente de antioxidantes cuyas propiedades saludables para la salud en general, han hecho de éste un alimento delicioso que resulta además nutritivo y que forma parte de la muy apreciada y conocida dieta mediterránea. Y la dieta mediterránea ha sido recomendada a nivel mundial por cuanto la riqueza y salud de sus ingredientes influye grandemente en una alimentación de las más saludables.